Mudan tortugas y patos del parque Tezozomoc

Al norte de la ciudad de México se encuentra un parque donde era el “hábitat natural” de algunas especies como patos y tortugas, los cuales habían vivido desde que se inauguró este parque urbano enclavado en una zona popular de la Ciudad de México. Con 28 hectáreas y totalmente cercado, cuenta con tres puertas de acceso; en su interior las áreas verdes están bien trazadas al igual que sus pasillos. (Fuente UAM)


Los espacios se organizaron en torno a un gran lago central con la forma del ahora extinto Lago de Texcoco, recreando, por medio de lomas y macizos de árboles, los cerros, montañas y serranías de la cuenca.


María Fernanda Martínez, encargada de limpia  en dicho parque, comenta y recuerda aquellos tiempos (llegó desde que se inauguró el parque) - Esto era un lugar muy bello, no lo que es ahora, la “gente cochina” los chamacos de las escuelas dejan hecho un asco, y no se le da el servicio necesario, todo lo destruyen. –


Continúa narrando su historia con un poco de melancolía, viendo el pasto que está juntando, eleva su mirada al cielo, tal vez remontándose a ese tiempo, estando nuevamente en ese lugar. – Quedan unos cuantos patos, pero eran muchos, piensan llevárselos, las tortugas están en la oficina, las estuvieron juntando y ahora están encerradas en el segundo piso. –


Dicen que van a terminar esta obra en abril, yo lo dudo mucho, no creo que acaben, mientras seguimos barriendo, limpiando como todos los días, ahora el olor a caño es horrible y camiones entrando y saliendo, espero quede bonito el parque, como era antes.


La señora Martínez tiene que regresar a sus labores, le agradezco su tiempo y atención por dedicar estos minutos de historia; dirijo la mirada a lo que hay alrededor, los patos buscando un poco de agua, el lago está seco, no hay tortugas, maquinaria sacando lodo, eso ya no es un parque bello, es “algo que puede tomar forma”.


La construcción del Parque Tezozómoc inició en 1982, es el principal parque del noroeste de la Ciudad de México. El proyecto estuvo a cargo del destacado paisajista y arquitecto mexicano Mario Schjetnan quien, para el diseño de este parque, retomó la antigua topografía y los cuerpos de agua del Valle de México durante la época prehispánica. La topografía del Parque se modeló con tierra extraída de las excavaciones del metro. (Fuente UAM)


En este parque se puede patinar, hay una pequeña pista y un local que renta patines ($15.00 por cuarenta y cinco minutos), juegos para niños columpios, sube y baja, pasamanos) y juegos para niños más grandes que ya tienen un costo que van desde los $10.00 en el “brincolín” hasta los veinte por subirse a un juego mecánico, se puede correr por todo el parque viendo en estos momentos una vista deplorable, aunado al mal olor que despiden los trabajos que se realizan. El parque se abre de martes a domingo de las 6:00 a las 18:00 hrs.


Recorriendo este lugar vi el olvido, el maltrato a las áreas verdes, es “horrible” ver fotografías del pasado con respecto a las de ahora, los patos buscando un poco de agua y sombra, ya no tienen espacio, las tortugas están guardadas, el lago parece un lodazal, un camino olvidado por el hombre, por todos los que vivimos en esta ciudad, en esta caminata, Miguel Flores Ingeniero de la obra menciona: - La obra “se supone” que debe estar terminada antes del treinta de abril, para festejar el día del niño. –


Al preguntar por los animales, el agua y el acceso al parque comentó lo siguiente:


Las tortugas las tienen guardadas en la oficina del parque, respecto a los patos, siguen aquí, la verdad no se si los alimentan o no; SAGARPA se va a hacer cargo de ellos, de todos los animales que hay aquí, no se a donde se los van a llevar.


Continúa – El agua se han sacado en pipas para tratarla y hacerla “más limpia”; en estos momentos estamos sacando lodo, los restos de basura que la gente tira, te sorprenderías de  ver todo lo que tiran las personas (pañales, cubetas, mangueras, toallas femeninas) muchas cosas que no entendemos como tienen el descaro de hacer eso.

Se despide, tiene que regresar al trabajo, tiene que dirigir las maniobras para sacar el lodo y la basura que hay en lo que antes era un pequeño lago. La mayoría de las personas desean que quede bonito su parque, que no lo descuiden, que se preocupen por los pequeños lugares que tienen cosas bellas que mostrar.


Espero que las autoridades en realidad se estén preocupando por brindar espacios públicos seguros, limpios y hermosos para la vista y no por hacer “política barata”, no por ganar algunos votos, si no que en realidad se preocupe por los parques y sus visitantes.


Espero regresar en abril para ver las condiciones en que quedará el parque, que las fotos tomadas, queden como un mal recuerdo, o simplemente, como algo necesario para darle un mejor paisaje a esta ciudad. Habrá lanchas en el lago como antes, pero, patos  ya no, no habrá animal acuático que se acerque con graznidos a pedir un poco de pan o cualquier tipo de comida, las tortugas ya no se esconderán en sus caparazones  al sentirse acosadas por los visitantes.


Ya no se oirá un “cuac”, no veremos el nacimiento de los pequeños patitos amarillos. No se cual sea el destino de estos animales, los patos no volarán al sur, serán llevados en jaulas a un “lugar mejor” las tortugas no tienen prisa al caminar en otro lugar con agua y pasto;  afortunadamente no extrañarán a los humanos, porque son los que de alguna manera acabaron con su hábitat y tuvieron que quitarlos del lugar donde muchos de ellos nacieron, donde no regresarán, donde tal vez, solo tal vez, alguien se acordará que hubo animales en ese lugar.


Jorge Víctor Rodríguez








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