Cuando la Ciencia y la Historia se juntan


Ubicado en la calle de República de Brasil No 33, en el centro histórico de la Ciudad de México, se encuentra el Museo de la medicina mexicana, un lugar donde historia y ciencia se conjugan para brindarles a sus visitantes una estadía llena de conocimientos y entretenimiento.

Inaugurado el 22 de Diciembre de 1980, el museo de la medicina mexicana está conformado por 24 salas que van desde la época prehispánica, hasta el siglo XX, de evolución de la medicina.

La primera sala que se encuentra en la planta baja, es la Sala de México antiguo, un recorrido por la medicina herbolaria de la época prehispánica, en esta sala se puede observar como los antiguos habitantes de nuestro país, utilizaban las plantas como remedio para curar sus dolencias, en esta sala también se exponen diferentes Dioses antiguos, los cuales eran adorados y considerados sanadores por nuestros antepasados, ya que se creía que las diferentes enfermedades eran castigo de los Dioses por no rendir tributo o por castigo por algo mal hecho, también aborda las diferentes epidemias que terminaron con miles de vidas de los habitantes del país, tras la llegada de los españoles.

El recorrido continua con una réplica del laboratorio de fisiología, también de un antiguo laboratorio, donde se llevaban a cabo las prácticas de los estudiantes de medicina, en este lugar se tienen viejos instrumentos, se puede observar pinzas, batas, lámparas, asientos, vitrinas, y cuanta cosa medica se puede imaginar.

Pero no solo por dentro de la salas hay cosas, sino también por fuera, ya que se encuentran colocadas vitrinas, donde se tiene en resguardo antiguos libros de medicina, ejemplares que simplemente se han modernizado o ya no existe eso si en perfectas condiciones, también podemos conocer la evolución de los diferentes aparatos quirúrgicos, la impresionante evolución de estetoscopios, o los impresionantes bisturíes o cuchillos enormes, con los cuales se practicaban las distintas cirugías, estos aparatos son realmente grandes, ya que muchos servían para practicar amputaciones, pues la higiene que se tenía en la antigüedad no permitía que la gente infectada de piernas u otra parte de su cuerpo fuera sanada, pues no había los conocimientos necesarios para salvar o sanar los miembros, y también se pueden observar como las jeringas también han evolucionado, ya que se encuentran unas bastante grandes, no recomendadas para los que les tienen miedo a las agujas.

Una de mis salas favoritas, fue la de los microscopios, ya que se puede ver la evolución de esta aparato, que ha sido de gran ayuda para la investigación médica y científica en el mundo, desde un inmenso aparato, utilizado principalmente en grandes laboratorios para investigación de enfermedades, hasta los pequeños que conocemos nosotros, y que muchas veces utilizamos para prácticas escolares de física y química.

Este museo fue fundado con fines académicos, y cada día es visitado por muchas personas, en general estudiantes, los cuales son enviados a realizar alguna tarea o investigación escolar, este es el caso de Adriana, una joven que estaba realizando una investigación escolar y nos compartió su opinión acerca del museo:

“Pues yo vine a hacer un trabajo de la escuela, me encargaron visitar este museo y que tomara unas fotos de la sala que mas me gustara y que explicara de que se trataba, y la sala que mas me gustó fue la de desarrollo humano, ya que me llamó la atención ver como se forma un bebé, desde que es fecundado, hasta el día que nace, es padre, porque uno nunca se imagina como un ser tan pequeño e indefenso pueda ser tan hermoso, y como los seres humano pueden traer al mundo algo así, esta padre y les recomiendo que vengan”.

Como ya anteriormente fue mencionado, una de las salas más visitadas y sobresalientes, es la sala de desarrollo humano, pues en este podemos encontrar varias réplicas de fetos, lo que la hace más impresionante es que aquellos seres van desde las 3 semana de gestación, hasta que el feto está formado por completo, también se encuentran exhibidos los órganos de los bebés y como se van formando poco a poco, sus pequeños cráneos y la formación del cerebro, también se pueden observar y se leen, breves explicaciones de cómo funciona la gestación y que hachos sobresalientes van ocurriendo durante el embarazo, esta sale es visitada con más frecuencia, ya que los visitante se llenan de curiosidad, al saber que podrán ser testigos de la formación de un pequeño nuevo ser.

Pero no todo es formación de vida ni exposición de instrumental médico, pues ya que este museo sirve para promover la ciencia, se encuentra una sala llamada sala de ceras, una exposición de diferentes enfermedades, expresadas en cuerpos humanos hechos de cera, en donde podemos observar la formación o aparición de varicela, sarampión, gonorrea, entre otras infecciones, tal vez esta sea la sala menos agradable del museo, ya que se muestran las enfermedades tal cual son, en forma de granos, raspaduras, y más brotes desagradables, pero no por eso deje de ser visitada, pero no solo se puede observar esta clase de enfermedades, ya que también, podemos observar representaciones del cuerpo humano por dentro, los huesos, arterias, mastectomías y piel, representadas con este material, y siguiendo con estas investigaciones medicas encontramos una sala de investigación quirúrgica y corrección de malformaciones genéticas, aquí podemos encontrar una amplia gama de publicaciones periodísticas de personas que han nacido sobretodo con paladar hendido, y como la tecnología ha avanzado para favorecer a las persona y poder corregir esta malformación, y darle mejor calidad de vida a esta gente, también se puede apreciar fotografías, con el antes y después de la cirugías que se hacen.

Entre las ultimas salas se encuentra una réplica de las famosas boticas, las cuales ahora son llamadas farmacias, llama mucho la atención como desde épocas antiguas, las boticas se utilizaban para comerciar medicamentos y remedios sanadores y también se combinaba con la labor de atender enfermos, todo el negocio redondo.

Y ya para finalizar el recorrido, no olvidemos visitar la última sala en donde se homenajea a grandes médicos, descubridores de cosas que han cambiado la historia médica de nuestro país y el mundo, y observar las preseas que han adquirido por su destacada labor científica, y no olviden tomarse la foto conmemorativa, donde podrán ser médicos por un momento y preservarlo por siempre.

Este museo está abierto de Lunes a Domingo de 9 de la mañana a 6 de la tarde, la entrada es libre con credencia de estudiante y maestros, y a ciudadanos mexicanos, así que ya saben si buscan un lugar lleno de historia, ciencia y diversión, no olviden visitar el museo de medicina mexicana.
Por: Alin Martínez




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