Por fortuna y como celebración
de sus 80 años de vida la Ciudad de México albergó, gran parte de sus obras en
el mejor lugar considero yo para cualquier artista, y fue nada menos en el gran
recinto del Palacio de Bellas Artes en la ciudad de México. Si ustedes no
tuvieron la oportunidad de ir a esta magnífica exposición aquí los acercamos un
poco.
Entrando en la primera sala
de exposición encontramos una gran lona con la foto de Fernando donde se
mostraba pensativo y con una mirada profunda que nos ocultaba todos los
secretos que plasmo en sus lienzos, siguiendo con la caminata y esperando
encontrar en primera instancia su sello característico como lo es pintar
volumen, nos encontramos con sus
primeros trazos donde nos deja ver su forma de mirar su realidad abstracta
hasta cierta forma, donde comenzó a experimentar antes de decidirse por pintar
con ese gran característica.
Cuando él se decide a pintar
de esa forma fue al pintar deliberadamente una mandolina con una característica
especial, el hoyo más pequeño encontrando su mirada de la desproporcionalidad y
siendo una influencia por ver lo que sucedía en América latina.
La siguiente sala aparece
algo que tal vez sorprenda a más de uno y son los desnudos, su forma de mirar
las fiestas y lo mejor de esto lo que sucedía después de estas, no era de forma
inmoral, sino una simple mirada a lo que sucedía por las calles, de la misma
forma nos muestra un poco la crueldad con la que se vivía dentro de las
guerrillas y problemas ya conocidos por la mayoría.
En la sala contigua existe la
forma del mirar Fernando a la Iglesia, los retrata de una forma chusca
intentando acercarse a cierto grupo protestante y de igual forma al religioso
ya que lo criticaron y lo alabaron de igual forma y en realidad lo que tenemos
que mirar es lo que él nos quería dar a entender, lo cual no era malo ni bueno
simple mente una forma de observar la realidad dejando de lado las creencias y
el corazón.
En la antesala de las
esculturas se encontraba un pasillo donde mostraba que no solo sabe pintar en
lienzos sino de igual forma una hoja tamaño carta era suficiente para expresar lo que él sentía
lo que su corazón le indicaba.
En la sala de esculturas muestra
otra forma más de su expresión en la cual deja los pinceles la hojas, y
comienza a trabajar con arcilla haciendo pequeñas esculturas que después mando
a que se fundieran en cobre pero de manera personal Fernando estuvo presente en
la fundición de cada una de estas, cuidando hasta el último detalle de cada una
dejándolas de una forma que al y a la vista no se sabe en donde fue que se
unieron, es increíble el nivel de detalle que nos mostro en cada una de estas,
la finura de su trabajo y el amor que le imprimió a cada una.
La cara más obscura en todo
los sentidos es la que seguía Fernando como forma de protesta y con una mirada
objetiva nos mostro la clase de abusos que sufrieron los prisioneros iraquíes
en manos de los soldados estadounidenses, es una forma cruel pero realista de
lo que se sufrió, de la degradación de algunas mentes y la forma de rebajar a
un semejante a un ser humano, esta protesta para mí se lleva las palmas, de
igual forma lo pensaron los estadounidenses al nombrar una de las mejores
exposiciones a esta y mostrándola en “la gran manzana” en los Estados Unidos de
América.
Como forma de despejar las mentes
en la siguiente exposición Botero muestra la mirada más alegre que se puede
encontrar en esta. Botero plasma El Circo, en uno de sus múltiples viajes que
realizó a nuestro país se encontró con la alegría que nos muestra este mundo
mágico y retrato con colores brillantes lo que era el circo, pero no solo fue
la alegría sino muestra el esfuerzo de los actores y la tristeza detrás del
alegre maquillaje de los payasos porque él se imaginaba que no todo en ellos
era felicidad, sonrisas y colores alegres, sino una vida más allá detrás de
cada espectáculo.
Por último una sala que
estaba dividida en dos de un lado nos muestra su pasión por el arte taurino
mostrando en cada pintura la belleza de este arte, intentando ser lo más
realista sin dejar de lado su mirar y la forma de expresión a la que nos tiene
acostumbrados muestra la fiesta brava con gran belleza hermosura de cada parte
de este gran espectáculo. En la siguiente división nos muestra pinturas de gran
manufactura en tamaño y en detalle donde
el dijo que lo que más complicado para un pintor era lograr plasmar una naranja
por la forma y textura que maneja sin embargo el lo realizó de la mejor manera
donde nos hace pensar que cualquiera podría pintar, pero todos sabemos que no
es así que lleva más que hacer círculos, rectángulos y demás formas
geométricas.
En verdad es asombrosa la
manera en que logra plasmar su realidad de las cosas y nos deja ver un mundo al
cual no estamos acostumbrados a ver, la desproporción de las cosas en la
realidad y la belleza de las situaciones, en verdad es un maestro al cual nunca
deberíamos dejar de admirar.
Por: David Sáenz
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